Las Dolomitas
Descubre uno de los paraísos de valles y montañas más bellos de Italia
Cuando pensamos en Bélgica, solemos visualizar famosas ciudades como Gante, Brujas o Bruselas. Sin embargo, más allá de una escapada urbana de fin de semana, este país cuenta con paisajes y bosques fascinantes. Estas 10 rutas por Bélgica se convierten en las opciones perfectas para descubrir su cara B. Una alternativa llena de magia y encanto que siempre puede finalizar con un típico gofre (o cerveza) como recompensa.
¿Sabías que puedes realizar el Camino Santiago desde Bélgica? Sus ciudades de Lieja, Bruselas y Mons ya aparecían mencionadas en el diario de viaje del monje Hermann Künig. Existen diferentes rutas jacobeas en territorio belga como la Vía Gallia, la Vía Brabantica, la Vía Scaldea o la Vía Brugensis. Esta última nace en la ciudad de Brujas y comprende cientos de kilómetros. Sin embargo, también podemos seguir las diferentes conchas de Santiago por la ciudad. Si te pierdes, no te preocupes. Al igual que los antiguos peregrinos, puedes guiarte por la Vía Láctea.
Existen lugares en Bélgica dignos de cuento. Un buen ejemplo es “Hallerbos” (Bosque de Halle), situado en la localidad de Halle. A solo 9 km en tren de Bruselas, este bosque azul se vuelve especialmente mágico a finales de marzo. Durante las tres primeras semanas de la primavera tiene lugar la floración de los jacintos, formando enormes alfombras azules naturales entre los árboles. La ruta oficial tiene alrededor de 10 km y está señalizada. Recomendamos visitarla entre semana, ya que los sábados y domingos se suelen acumular más visitantes.
En el margen izquierdo del río Mosa, en su paso por la provincia de Namur, se elevan las rocas de Marche-les-Dames, un fascinante lugar cerca del pueblo homónimo ideal para hacer rutas entre sus bosques y acantilados. Puedes comenzar con una visita a la abadía de Notre-Dame du Vivier y caminar por la ruta indicada resiguiendo el río. Este lugar es también muy frecuentado por escaladores. A principios del siglo XX el rey Alberto I cayó desde lo alto de uno de sus acantilados por accidente, o no, ¡aún no se sabe!
A su paso por la provincia de Luxemburgo, el río Semois dibuja un bucle alrededor de los pueblos de Laviot, Frahan, Rochehaut y Poupehan. A través de una ruta circular llamada “Les Crêtes de Frahan et le Parcours des Échelles” (Las Crestas de Frahan y la Ruta de las Escaleras), proponemos atravesar bosques, puentes, y ascender por algunas crestas a través de escaleras construidas para los visitantes. Prepara la cámara y toma una fotografía única de esta bonita panorámica.
La región de Valonia desvela algunos de los paisajes más bellos de Bélgica. Uno de ellos, sin duda, es la Cascada de Bayehon, una de las cataratas más importantes del país. La ruta principal parte del cercano pueblo de Longfaye y atraviesa un bosque de caminos señalizados con puentes rústicos de madera. El trayecto es especialmente bonito en otoño, momento en el que los árboles lucen en tonos ocres, verdes y rojos. Tras una caminata que apenas supera los 9 km, te encontrarás con esta maravillosa cascada.
Considerado como uno de los ríos más bonitos de Bélgica, el Hoëgne define parte de la esencia del pueblecito de Hockai. Desde el “Pont du Centenaire” (Puente del Centenario) puedes tomar el paseo del Hoëgne y caminar bordeando el río entre árboles llenos de musgo y puentes de madera hasta alcanzar el “Pont de Belleheid” (Puente de la Belleza). Una aventura suave con poco desnivel ideal para realizar con la familia.
Las rutas didácticas son necesarias en un momento como el de ahora, en el que es indispensable la conciencia climática. El mejor ejemplo en tierras belgas es el de La Fagne de la Poleûr en las “Hautes Fagnes”, una meseta en la provincia de Lieja que es ideal para descubrir los diferentes ecosistemas de la zona. La ruta ha sido adaptada para personas con movilidad reducida y dura unos 3 km, aunque podemos extenderla y pasar por los pantanos de Polleur y Herbôfaye. Durante el recorrido, podréis observar carteles con explicaciones sobre la fauna y la flora de la zona.
El Lago de Nisramont se encuentra al este de Bélgica, cuando el río Ourthe pasa por el municipio de La Roche-en-Ardenne. A su alrededor nacen bosques con pendientes suaves. Esta ruta circular parte de la presa de Nisramont y rodea toda la garganta del lago. Además del senderismo, se puede hacer kayak. ¿La mejor sorpresa? Ver castores cruzando el camino para volver al agua. Recomendamos usar calzado cómodo para caminar por este sendero.
Kemmelberg siempre ha sido una montaña llena de historias, desde los primeros asentamientos de tribus celtas que se remontan a 2.500 años atrás hasta una de las batallas más feroces de la Primera Guerra Mundial. Este lugar cercano a la famosa ciudad de Flanders, engloba varios monumentos que recuerdan su historia, como el Monumento a los soldados franceses (una columna de 17 metros) o “The Ancestors- Les Ancètres” (pequeñas construcciones tejidas con ramas de sauce que representan herramientas de sílex, menhirs y cenizas).
Ovejas pastando junto a un río, sendas por suaves colinas y castillos congelados en el tiempo. Así es la ruta que enlaza los ríos Mosa y Lesse a través de la reserva natural de Furfooz. Este paraíso se encuentra cerca de Dinant, una ciudad mágica donde se puede visitar el flamante Castillo de Walzin, de estilo renacentista. Por sus suaves pendientes, esta ruta también es ideal para ciclistas.