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2.035 m
1.122 m
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4,3
8,6
17,11 km
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cerca de Caldas de Luna, Castilla y León (España)
Ascensión a un sinfín de cumbres unidas por una bonita cresta cuyo punto mal alto era el Pico Cirbanal.
Partiendo del pueblo de Caldas de Luna nos dirigimos hacia el norte atravesando la autopista en un par de ocasiones. Justo cuando comienza el túnel cogimos un camino que discurre junto a un arroyo y desde allí atravesamos un bosque de robles. A continuación nos dirigimos hacia el oeste por un valle con Brañas a los lados del camino. Al final de este valle comenzamos la ascensión a la primera de las cumbres y desde allí en largo crestería norte-sur llegamos al Pico Cirbanal. Hasta aquí ya habíamos hecho dos pequeñas cumbres.
Tras reponer fuerzas, continuamos el cresterio y el siguiente de los picos, Peña La Silla. Desde esta cumbre, la cresta se puso un poco complicada, y en alguno de los puntos había que ponerse a horcajadas. Tras un par de chimeneas hicimos las siguientes cumbres. Seguimos en dirección sureste y finalizamos la cresta dirigiéndonos hacia un punto en donde torcimos a la derecha , pues hacia la izquierda nos meteríamos en el barranco. Tras algún destrepe entretenido, finalmente llegamos a nuestro punto de destino.
Ruta muy entretenida, en un lugar poco concurrido y con unas vistas inmejorables de las Ubiñas y el resto de la cordillera cantábrica. Muy aconsejable.
Partiendo del pueblo de Caldas de Luna nos dirigimos hacia el norte atravesando la autopista en un par de ocasiones. Justo cuando comienza el túnel cogimos un camino que discurre junto a un arroyo y desde allí atravesamos un bosque de robles. A continuación nos dirigimos hacia el oeste por un valle con Brañas a los lados del camino. Al final de este valle comenzamos la ascensión a la primera de las cumbres y desde allí en largo crestería norte-sur llegamos al Pico Cirbanal. Hasta aquí ya habíamos hecho dos pequeñas cumbres.
Tras reponer fuerzas, continuamos el cresterio y el siguiente de los picos, Peña La Silla. Desde esta cumbre, la cresta se puso un poco complicada, y en alguno de los puntos había que ponerse a horcajadas. Tras un par de chimeneas hicimos las siguientes cumbres. Seguimos en dirección sureste y finalizamos la cresta dirigiéndonos hacia un punto en donde torcimos a la derecha , pues hacia la izquierda nos meteríamos en el barranco. Tras algún destrepe entretenido, finalmente llegamos a nuestro punto de destino.
Ruta muy entretenida, en un lugar poco concurrido y con unas vistas inmejorables de las Ubiñas y el resto de la cordillera cantábrica. Muy aconsejable.
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