Alcorcon-Cdc-Villalba-Alcorcon

En ocasiones las voces de mi cabeza me inculcan ideas un tanto locas y descabelladas, tranquilos solo hablan de ciclismo. Y llevan varios hablándome de recorrer un supuesto sendero que hay en la A-6 pegadito a la vía de servicio del que no hay documentación o track en la web.

Como mi compañero de aventuras alocadas está disponible para rodar, en unos minutos el viernes nos ponemos de acuerdo para salir, tan solo dos premisas. Salir de la Casa de campo hacia el Escorial, si en los arroyos queremos marcha continuamos, si estamos cansados o el tiempo es malo abortar en el Escorial o Villalba.
Me sigue costando madrugar pero cada vez lo llevo mejor, me asombra ver la cantidad de gente que a primera hora sale a correr, mientras recorro la pista de las presillas me alegro de haber tomado la decisión de salir una hora antes y bajar a la casa de campo en bicicleta, opto por bajar por el carril bici y ya comienza a verse tráfico de dos ruedas para disfrutar de un día que apunta maneras de bueno. He salido algo tarde y veo tengo que darme prisma, en lo alto de la CDC primera crisis existencial, no puedo evitarlo, me tiro por el sendero hacia el zoo pero en su versión corta, primera sonrisa de la mañana, adoro el MTB.

Pago el impuesto de bajar por los sederos tirando de cadencia y pulsaciones, esto me pasara factura pero la verdad es que voy disfrutando, las bicis de 29 cuando las piernas tienen gasolina son una delicia rodadora.

Apenas tengo que esperar unos minutos a Despistado y en seguida nos ponemos en marcha camino del Escorial, al salir de nuevo me puede mi alma salvaje y dejamos el asfalto para meternos por los senderos paralelos, un biker nos adelanta y me cierra el paso de mala manera, es mi viejo amigo Cymru que hace años que nos veíamos y me alegro más que nunca de verle ya que veo que se encuentra en un momento mejor que la última vez que nos vimos e igual de jovial y alegre que cuando le conocí, no sé si la ruta será buena, pero el día no podía ser mejor, que gran encuentro.

Nos despedimos tras rodar el rato que nuestras rutas comparten recorrido, pronto nos metemos de lleno en la senda de las Merinas y veo que cada vez las vías pecuarias están mejor señalizadas y tratadas, solo hay que esperar que los bandolas las respeten. Para evitar problemas con otro tipo de vándalos que se apropian de lo que no es suyo y reclaman para su uso privado los caminos de uso público optamos bajar la vía pecuaria en lugar del camino de romanillos. Dejamos atrás Villafranca del Castillos para sufrir las duras subidas que nos dejaran en el camino Villanueva del pardillo para esta vez si prepararnos subir la pestosa subida del aeródromo. Una vez que coronamos lo alto del monte toca disfrutar un rato por veredas divertidas y medio llanear hasta alcanzar la ermita de nuestra señora de la Soledad en Colmenarejo que da acceso al sendero de bajada a Valmayor, muy rápido y divertido que disfruto como hace años que no hacía.