Domingo, 19 de mayo de 2019. Este fin de semana, mi Sra. ha tenido, ya era hora, el fin de semana libre en el trabajo, así que nos vamos a Roquetas de Mar, a la playa, a tostarnos un poquito, que ya va empieza a hacer solecito rico, y a descansar de la rutina diaria. Y por supuesto, a pedalear. Hace meses que no bajamos a la playa y ya teníamos un poco “mono”.
La verdad es que, viendo el perfil de esta ruta, creo que la bautizaré con el nombre de “Ruta Fuji”, ya sabes, ese monte que hay en Japón, que parece una pirámide eternamente nevada. Las rutas que parten desde el nivel del mar suelen tener eso, y es que, básicamente, son una gran subida y una gran bajada. A mí, particularmente, me gustan las rutas como esta, pues a primera hora de la mañana, cuando estás fresco, te haces 44 kms. de subida inmisericorde, y cuando estás a punto de fenecer, viene el descanso y el relax y todavía te quedan ¡¡58 kilómetros de cuesta abajo!!, casi sin interrupción. ¿No te parece alucinante? Ahora bien, reconozco que no es ruta para pusilánimes.
Me monto en la bici a eso de las 7:15 y hago los primeros 3 kms. en llano, bordeando la playa, con el sol amaneciendo a mi derecha sobre el horizonte, sobre el mar, con el viento fresco en la cara y un ligero cosquilleo en el estómago ante el duro reto planteado. Subo por la Rambla de Aguadulce hasta encontrar la carretera del Parador, y atravieso toda La Puebla de Vícar, que un el pueblo que tiene prácticamente una calle recta de unos 5 kms. con rotondas, muchas rotondas, hasta que llego a la autovía, la paso por debajo, y se puede decir que comienza lo bueno.
Empiezo a pasar entre los invernaderos y tengo plásticos a derecha y a izquierda al menos unos 4 o 5 kms., pero a pesar de que no parecería el paisaje más bonito del mundo, realmente a mí me resulta interesante porque sé que son esas increíbles fincas agrícolas, cubiertas por plásticos, las que dan de comer verduras abundantes y ricas a toda Europa, durante todo el año. Por lo que tengo oído, son más de 40.000 hectáreas sembradas con este tipo de cultivo intensivo que se ve desde el espacio como un verdadero mar de plástico blanco.
Pero acaban los invernaderos y comienza la subida del Peñón de Bernal. Ahora viene lo bueno. Sólo son 3 kms, pero con una pendiente media de un 11%, aunque con algunas zonas cortas y puntuales del 19%. Es un desayuno ideal para hacer buen cuerpo durante todo el día. Cuando estoy al inicio de la rampa y miro para arriba y veo allí a lo lejos, en los montes que se levantan delante de mí como una pared de roca, el camino zigzagueando, como escalando penosamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda las inmensas paredes casi verticales, me siento pequeño e insignificante, y por momentos me planteo si seré capaz de llegar hasta arriba del todo. Yo sé que podré superar el reto porque ya lo he hecho otras veces, pero aun así, cada vez que comienzo a subir esta cuesta me planteo si aquello está hecho para gente normal y corriente como yo. Ahora me quedan 25 kms. de subida y casi 1600 metros de ascenso vertical, ininterrumpido, de una tacada. 25 kms. de pista solitaria, con vistas alucinantes sobre el pueblo del Ejido y toda la Comarca del Poniente con su increíble mar de plásticos blancos. Pero no tengo prisa. Voy tranquilo sin detenerme, a buen ritmo, mirando mi reloj que dice que subo bien, en zona aeróbica, y voy oyendo unos podcast de historia, que me gustan y me entretienen. Todo el mundo es mío, y todos los montes de Almería se han hecho para mí solo, pues me tiro más de 6 horas en las que no veo a nadie, ni una sola alma a la que poder recurrir en caso de problemas, pero no me preocupa. En cierto modo, me siento como Robinson Crusoe en su isla desierta.
Pero por fin llego a lo que se llama “las antenas planas” que es una especie de instalación en la que hay unas antenas, creo que para la comunicación con los barcos, allí abajo, en el inmenso mar. Lo bueno es que este es el punto más alto de la ruta, y aquí comienza la bajada. Como ya decía antes, vienen 58 kms de cuesta abajo casi en su totalidad, unas veces con pendiente más suave y otras con una frenética bajada que te destroza las muñecas, el trasero y todo el cuerpo. Recuerdo la primera vez que hice esta bajada, que me preguntaba si es que aquella cuesta abajo no se iba a acabar nunca; el mar siempre estaba lejos, en la distancia, pero muuucho más abajo.
Llego al pueblo de Felix, y me paro un momento en su precioso mirador a echar unas fotos, y después me paro en la fuentecilla que hay en el centro del pueblo a rellenar agua, que ya me va quedando poca. Y desde allí, tomo el camino de la Rambla del Cañuelo, y aunque la bajada comienza en carreterita asfaltada, pronto esta se convierte en pista de tierra y en camino de cabras que desemboca en la rambla, con su piso de arena que atrapa las ruedas y frena la marcha, y al poco ya estoy de nuevo en la Puebla de Vícar, la Rambla de Aguadulce, y otros 3 o 4 kms. de playa, de mar azul turquesa bellísimo, de palmeras, arena y de pieles desnudas tostantose al sol. Por momentos, un fuerte viento de frente se opone a mi marcha y parece que estoy volviendo a subir el Peñón de Bernal, o a lo mejor no es para tanto, pero ya llevo más de 100 kms. en las piernas y el aire que hace un mosquito volando me parece un huracán. Menos mal que ya tengo delante el paseo de Roquetas, atravieso la rambla y allí está mi casa.
Mi mujer me espera, cariñosa, con una cerveza fresca y la comida en la mesa; no tengo con qué agradecérselo. Han sido más de 7 horas de pedaleo y no me había llevado ni una minúscula barrita de cereales para el camino. ¡Vaya cabeza la mía!
Oscar Upegui 18 jun 2019
Muy buena ruta vicerruiz, felicitaciones unas fotos muy chulas, acompañadas de una muy buena Crónica.
vicerruiz 19 jun 2019
Gracias, Oscar, por tu comentario.
Tus rutas me sirven de inspiración para pararme a tomar algunas fotos y subirlas a wikiloc, pero no pongo más porque no sé cómo hacerlo. A mí sólo me deja subir 6, y veo que tú, en cambio, subes decenas en tus rutas. Un día de estos me contarás como se hace.
Alberto 2017 5 oct 2019
Pedazo relato.
vicerruiz 7 oct 2019
Gracias.
Manuel Molina Guerrero 25 ene 2020
Muy buena ruta
vicerruiz 27 ene 2020
Gracias, Manuel.
Realmente es muy interesante.