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1.587 m
669 m
0
6,5
13
25,83 km
Vista 61 veces, descargada 5 veces
cerca de El Zarzalar, Andalucía (España)
“Esta ruta es una de las más duras de la Sierra de Segura, pero el esfuerzo se ve compensado por el goce de un conocimiento completo de la montaña segureña: los inmensos pinares de carrasco, negral y laricio, los encinares, formaciones vegetales excepcionales como la bojeda y el sabinar, las pequeñas vaguadas con restos de los viejos asentamientos humanos, las vistas sobre abruptas laderas cubiertas de bosques y encerrados valles, la alta montaña, donde sólo crecen piornos y enebros rastreros, la cercana altiplanicie de los Campos de Hernán Perea (Pinar Negro), hasta llegar a la cumbre del Banderillas, desde la que se dominan unas vistas sobre todo el Parque Natural que hacen de este lugar uno de los enclaves montañeros más impresionantes, no sólo del Sureste, sino de toda la Península Ibérica.
El Tranco del Perro es el único paso entre las cortijadas de Los Campos y del valle del Borosa. Discurre por un terreno muy abrupto, que en su momento, supuso un gran trabajo para los medios de que se disponía en la época. Como testimonio, quedan los altos calzos de piedra que sustentan el camino en los tramos más difíciles”.
http://www.sierradesegura.com/~sierrade/index.php?option=com_content&view=article&id=356%3Apr-a-192-m-cumbre-del-banderillas&catid=79&Itemid=187
Esta es la carta de presentación que encontramos en esta página web con respecto a la primera parte de nuestra ruta, que discurre por un tramo del PR-A 192 · “Cumbre del Banderillas”, concretamente, hasta llegar al collado del Tranco del Perro -poco menos de 9 kms- en los que encontramos abundantes restos de magnífico mampuesto en este camino, seguramente arriero, y vía de comunicación entre cortijos del valle del Borosa y con los Llanos de Hernán Perea.
Inicio: Desde el Centro de Interpretación de la Torre del Vinagre, hay que tomar la carretera de la piscifactoría de la que enseguida parte la pista del Borosa. Encontraremos el panel de inicio 100 metros más arriba de la barrera del control.
En su primer tramo, en ascenso, vamos encontrando una gran diversidad de plantas, destacando el lentisco, madroño, cornicabra, encinas, quejigos, pino carrasco y resinero.
Ya en su parte alta, las vistas al sur son sobrecogedoras, observando varias de las cadenas montañosa de esta bella sierra como la que incluye El Blanquillo.
En esta parte alta la sucesión de cortijos derruidos, eras, fuentes y bancales abandonados a su suerte nos retrotraen a otros tiempos en los que estos parajes bullían de vida, eso sí, muy dura y alejada de la idea bucólica que en muchas ocasiones nos hacemos.
Desde el collado de Roblehondo enlazamos con otro bonito tramo de camino de herradura que nos deja junto a lo que queda de la maravillosa obra de la ingenieria serrana que es el tranco del Perro. Una vez en su collado y junto a la curiosa fuente, un sendero por encima de los Tajos de nuestra derecha y a los pies de los picacho de nuestra izquierda, paralelo a los denominados Cintos, -,En geología, se denomina cinturón (o línea) orogénico u orogenético a una zona que a escala regional muestra una geometría arqueada o lineal, y que ha sufrida una tectónica compresiva- y que, salvo algún punto que a continuación ampliaré, no supone riesgo, mas allá de algún culetazo en una pendiente pronunciada por la tierra muy seca y suelta después del verano
.
Los datos técnicos de la ruta -Kms y desnivel- prácticamente serían suficientes para expresar el grado de dureza, sin embargo me gustaría añadir algún otro detalle que considero importante. Existen, al menos, 5 localizaciones en las que debemos andarnos con especial precaución:
-Una zona con un humedal que si en estos momentos de estío se encuentra en la situación que yo he conocido, en época de lluvia debe ser un barrizal difícil de eludir y en el que existe un aljibe muy oculto entre la vegetación que puede dar una desagradable sorpresa a algún despistado.
-4 zonas de pasos expuestos donde la inclinación del camino por desgaste o arrastre de las aguas, o bien porque el terreno tiene esa inclinación de forma natural, en unos casos sin vegetación y en otros inmersos en bosques de boj, donde el cansancio y/o algún pequeño despiste puede darnos un susto aunque en zonas donde solo la mala suerte puede dar lugar a una lesión grave. Especialmente peligroso el socabón por deslizamiento en el sendero, ya muy próximo al collado de Roblehondo y que obliga a eludirlo por arriba -por una pequeña cornisa no apta para senderistas inexpertos o con vértigo- o por abajo -más seguro pero que supone descender una decena de metros por el barranco para, una vez salvado el escollo, volver a subir al sendero-.
Por otro lado, estos datos técnicos que indudablemente indican dureza, curiosamente no se traducen en la ruta -al menos en el sentido en el que la hemos hecho- en desniveles excesivamente pronunciados y/o largos, así solo queda grabado en nuestra memoria el pequeño repecho inicial, los tramos mas desgastados del tranco del Perro y la pronunciada bajada de la cuesta del Picachal; sin embargo nuestras piernas sí van acumulando esa dureza inapreciable para el resto de sentidos y te pasa factura, en mayor o menor medida, al final de la ruta.
Por último debo avisar de que por las circunstancias sanitarias en que nos encontramos la cerrada de Elias solo está permitida hacerla en sentido ascendente -de ahí que no la hemos podido incluir en la ruta- y una alternativa que intentamos para evitar un tramo de pista, un poquito antes, por un buen sendero, seguramente utilizado por pescadores, desistí ante alguna zona muy descarnada, que, si bien no era insalvable -algunos compañeros siguieron hasta dedembocar en la pista previo cruce del rio-, a estas alturas de ruta no estaban el cuerpo para muchas mas exigencias.
Ruta organizada por el club la Pandera.
El Tranco del Perro es el único paso entre las cortijadas de Los Campos y del valle del Borosa. Discurre por un terreno muy abrupto, que en su momento, supuso un gran trabajo para los medios de que se disponía en la época. Como testimonio, quedan los altos calzos de piedra que sustentan el camino en los tramos más difíciles”.
http://www.sierradesegura.com/~sierrade/index.php?option=com_content&view=article&id=356%3Apr-a-192-m-cumbre-del-banderillas&catid=79&Itemid=187
Esta es la carta de presentación que encontramos en esta página web con respecto a la primera parte de nuestra ruta, que discurre por un tramo del PR-A 192 · “Cumbre del Banderillas”, concretamente, hasta llegar al collado del Tranco del Perro -poco menos de 9 kms- en los que encontramos abundantes restos de magnífico mampuesto en este camino, seguramente arriero, y vía de comunicación entre cortijos del valle del Borosa y con los Llanos de Hernán Perea.
Inicio: Desde el Centro de Interpretación de la Torre del Vinagre, hay que tomar la carretera de la piscifactoría de la que enseguida parte la pista del Borosa. Encontraremos el panel de inicio 100 metros más arriba de la barrera del control.
En su primer tramo, en ascenso, vamos encontrando una gran diversidad de plantas, destacando el lentisco, madroño, cornicabra, encinas, quejigos, pino carrasco y resinero.
Ya en su parte alta, las vistas al sur son sobrecogedoras, observando varias de las cadenas montañosa de esta bella sierra como la que incluye El Blanquillo.
En esta parte alta la sucesión de cortijos derruidos, eras, fuentes y bancales abandonados a su suerte nos retrotraen a otros tiempos en los que estos parajes bullían de vida, eso sí, muy dura y alejada de la idea bucólica que en muchas ocasiones nos hacemos.
Desde el collado de Roblehondo enlazamos con otro bonito tramo de camino de herradura que nos deja junto a lo que queda de la maravillosa obra de la ingenieria serrana que es el tranco del Perro. Una vez en su collado y junto a la curiosa fuente, un sendero por encima de los Tajos de nuestra derecha y a los pies de los picacho de nuestra izquierda, paralelo a los denominados Cintos, -,En geología, se denomina cinturón (o línea) orogénico u orogenético a una zona que a escala regional muestra una geometría arqueada o lineal, y que ha sufrida una tectónica compresiva- y que, salvo algún punto que a continuación ampliaré, no supone riesgo, mas allá de algún culetazo en una pendiente pronunciada por la tierra muy seca y suelta después del verano
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Los datos técnicos de la ruta -Kms y desnivel- prácticamente serían suficientes para expresar el grado de dureza, sin embargo me gustaría añadir algún otro detalle que considero importante. Existen, al menos, 5 localizaciones en las que debemos andarnos con especial precaución:
-Una zona con un humedal que si en estos momentos de estío se encuentra en la situación que yo he conocido, en época de lluvia debe ser un barrizal difícil de eludir y en el que existe un aljibe muy oculto entre la vegetación que puede dar una desagradable sorpresa a algún despistado.
-4 zonas de pasos expuestos donde la inclinación del camino por desgaste o arrastre de las aguas, o bien porque el terreno tiene esa inclinación de forma natural, en unos casos sin vegetación y en otros inmersos en bosques de boj, donde el cansancio y/o algún pequeño despiste puede darnos un susto aunque en zonas donde solo la mala suerte puede dar lugar a una lesión grave. Especialmente peligroso el socabón por deslizamiento en el sendero, ya muy próximo al collado de Roblehondo y que obliga a eludirlo por arriba -por una pequeña cornisa no apta para senderistas inexpertos o con vértigo- o por abajo -más seguro pero que supone descender una decena de metros por el barranco para, una vez salvado el escollo, volver a subir al sendero-.
Por otro lado, estos datos técnicos que indudablemente indican dureza, curiosamente no se traducen en la ruta -al menos en el sentido en el que la hemos hecho- en desniveles excesivamente pronunciados y/o largos, así solo queda grabado en nuestra memoria el pequeño repecho inicial, los tramos mas desgastados del tranco del Perro y la pronunciada bajada de la cuesta del Picachal; sin embargo nuestras piernas sí van acumulando esa dureza inapreciable para el resto de sentidos y te pasa factura, en mayor o menor medida, al final de la ruta.
Por último debo avisar de que por las circunstancias sanitarias en que nos encontramos la cerrada de Elias solo está permitida hacerla en sentido ascendente -de ahí que no la hemos podido incluir en la ruta- y una alternativa que intentamos para evitar un tramo de pista, un poquito antes, por un buen sendero, seguramente utilizado por pescadores, desistí ante alguna zona muy descarnada, que, si bien no era insalvable -algunos compañeros siguieron hasta dedembocar en la pista previo cruce del rio-, a estas alturas de ruta no estaban el cuerpo para muchas mas exigencias.
Ruta organizada por el club la Pandera.
5 comentarios
Si quieres, puedes dejar un comentario o valorar esta ruta
juanfragarciagarcia 15-sep-2020
He realizado esta ruta ver detalle
Información
Fácil de seguir
Entorno
Difícil
Preciosa descripción, y si es verdad, una gozada de ruta, de las mejores que se pueden hacer en esta sierra.
Edgardo Losso Mazzucco 15-sep-2020
He realizado esta ruta ver detalle
Información
Fácil de seguir
Entorno
Difícil
Excelente ruta, he disfrutado muchísimo de los hermosos paisajes a los que te lleva cada trayecto de su sendero. Exigente y entretenida. Como dice el guía de esta ruta en su comentario (juanfrangarciagarcia), excelente descripción del autor de este track. Mis felicitaciones para él !
Mangell 15-sep-2020
¡¡Muchas gracias a ambos!!
jose.reyes.lorite 16-sep-2020
He realizado esta ruta ver detalle
Información
Fácil de seguir
Entorno
Difícil
Magnifica ruta por la variedad de la vegetación por la que transcurre, el excelente estado de conservación en la que se encuentra, los espectaculares paisajes hacen de ella una de las rutas imprescindible del Parque.
Mangell 17-sep-2020
Efectivamente, muy recomendable para todo aquel con suficiente capacidad fisica para una aventura como esta.
Gracias por el comentario compañero.