Rutón tremendo y de mucho aliciente en el Noroeste murciano, en el que se asciende primero a la Peñarrubia, la emblemática montaña caravaqueña desde cuyos cortados se disfruta de la mejor panorámica sobre la ciudad de la Cruz, para más adelante subir hasta el Buitre, vértice geodésico y mayor altura entre las localidades de Caravaca y Moratalla.
La ruta es larga y tiene mucho desnivel acumulado, y además en determinado momento el sendero pasa a lo largo de unas decenas de metros por el mismo canto de unas paredes, tramo no muy difícil pero en el que hay que extremar las precauciones. Por todo ello el grado de dificultad puede considerarse como alto, pero para el senderista experimentado no es especialmente difícil.
La ruta transita en todo momento por camino o sendero, aunque en la subida y bajada del Buitre este se hace muy montañero, poco marcado en algunos puntos y hay que estar atento.
El trayecto parte de la misma Caravaca, de la urbanización Buenavista. La senda de subida a la Peñarrubia tiene partes bastante empinadas, pero de buen sabor montañero, sobre todo el último tramo junto a las paredes. Las vistas desde arriba son muy buenas hacia toda la comarca, desde Cehegín hasta la Venta de Cavila y los campos de Barranda. Luego se sigue en un ameno paseo hasta las Talas del Nevazo, paraje de especial encanto con chopera y campos de cultivo entre las montañas a gran altitud, y luego con otra fuerte subida por senda se corona el Buitre, donde se disfruta de una gran panorámica hacia casi todas partes.
La senda que desciende del Buitre siguiendo la cresta en dirección Este es igualmente magnífica, hasta que al llegar a un collado la dejamos para tomar por la izquierda siguiendo la marca de sendero en el mapa ráster del ING, pero es precisamente en este tramo donde la senda se estrecha enseguida hasta casi desaparecer pegándose por completo a las paredes verticales que caen en ese punto por la derecha. Son apenas veinte o treinta metros en los que el paso está expuesto al vacío lateral, pero con un poco de prudencia no es difícil ni arriesgado.
El resto del recorrido es un estupendo paseo por la umbría de la sierra pasando por el cortijo del Buitre y por la Casa de las Balsicas.

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