Tipo de Ruta: Circular - Dificultad: Baja / Media -- Recorrido: 17,3 km -- Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:04 horas -- Tiempo en Movimiento: 3:56 horas
Altitud mínima: 780 metros -- Altitud máxima: 936 metros
Desnivel positivo: 351 metros // negativo: 351 metros // acumulado: 702 metros Fuentes: NO -- Sombras: 5% -- Recomendada: de otoño a primavera
Realizada: 15-12-2021 -- Señalizada: NO
La consideración de dificultad media, viene dada por los descensos de Los Castillejos y de la atalaya del Vellón; principalmente el primero.
Primera ruta por tierras de El Vellón, en compañía de Angel y Julio, para ver dos atalayas de la marca media entre los territorios cristiano (norte) y musulmán (sur), que dividía la Península Ibérica. Partimos de la parte alta del pueblo, saliendo por c/. La Picota, monumento que vemos nada más echar a andar -en la primera bifurcación-, desde la que seguimos a la derecha por la vía pecuaria Cordel de las Quintas.
Pasado el bonito y completo Parque Infantil, en la segunda bifurcación dejamos el cordel y tomamos el ramal de la izquierda, sobre el trazado de la Vereda del Romero; que circunda toda la Dehesa del Vellón. El camino termina en otro mejor que discurre sobre la Colada del Boquerón de Dehesa Parda; junto al perímetro de la Urbanización Cotos de Monterrey; dentro ya, del término municipal de Venturada.
Torciendo a la izquierda por la senda entre el camino y el muro de piedra, llegamos a la Atalaya de Venturada (3,5km), que se encuentra casi en estado ruinoso. Vista la panorámica desde el buen mirador, bajamos al camino, viendo a la izquierda una caseta observatorio de aves y desandamos hasta el desvío por el que vinimos.
Continuando por la vía pecuaria y dentro del vecino pueblo de Venturada, vamos dejando desvíos a derecha y el cercado de la urbanización Cotos del Monterrey a la izquierda; dentro de la que se encuentran edificios de muy diversa arquitectura. Sobre los (4,9km), hay otra bifurcación, en la seguimos el ramal de la derecha; que es el Cordel del Chifladero y entramos en el T. M. de Redueña.
Después de algo más de kilómetro y medio (6,7km), torcemos a derecha por un camino que transita junto al trazado de la Vereda de la Cañadilla y llegado a la zona de Los Castillejos, se despeña convertido en senda y muy deteriorada; con una pendiente del 33%, máxima del recorrido. Entroncado (7,4km) con la Senda del Arroyo del Monte, sobre el punto de confluencia de los términos municipales de Redueña, Torrelaguna y El Vellón; volvemos a entrar en éste último.
Desde la profundidad del sendero, vemos las paredes calizas que salpican las alturas a ambos lados y saltando de un lado a otro del arroyo y a veces, incluso por el mismo cauce, llegamos al corazón de Los Quebraones y desvío (8,7km) de la Cueva de la Mora; que se encuentra al otro lado del arroyo y a unos sesenta metros, al pie del farallón. Se trata de una cavidad con estrecha boca de acceso, que a pocos metros hay que arrastrarse; visto lo cual, dudo que en algún momento albergase la morada de nadie.
De nuevo en la senda, en poco más (9,4km) entroncamos con el Camino de Servicio del Canal del Atazar y lo seguimos al Sur -derecha- durante tres kilómetros y medio, cruzando varias veces la canalización de agua y las carreteras M-129 y M-122. Entre el tramo de las dos carreteras, oteamos abajo y a poca distancia; el grupo de viviendas de El Espartal.
Al poco de cruzar la segunda carretera, dejamos el excelente camino y torcemos a la derecha por camino y luego senda que, con dirección oeste, cruza otra pista que une el Camino de Servicio con la carretera. En total serán novecientos metros con pendiente media del 13% y rampa del 19%, que lleva hasta la Atalaya del Vellón (13,8km); restaurada y con bastante mejor presencia que la anterior.
Una vez disfrutado del formidable mirador, bajamos virando de norte a sur, por una senda que se acerca al incipiente arroyo de la Zorita, el cual cruzamos por el Camino a Talamanca que; siguiéndolo a la derecha y con subida y bajada, nos retorna al pueblo de El Vellón. Al que entramos por la c/. Talamanca –como no podía ser menos- y luego de transitar por la c/. Bodeguilla; finalizamos por la c/. Amargura, que nada tiene que ver con la exitosa ruta andada.
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