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237 m
86 m
0
1,2
2,3
4,7 km
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cerca de Rajay, Galicia (España)
El río Valga nace en los Montes Xesteiras y desciende por el valle de su mismo nombre. Entre Raxoi y Pedrafita el río baja encajado y desciende 50 metros en sólo 200 metros. Existen dos saltos de agua grandes y otros más pequeños, pero no menos vistosos.
Nosotros hicimos la ruta desde Raxoi y, aunque dicen que está bien indicado no es así. Partimos desde un punto de la carretera que sigue más allá de Raxoi, cerca del desvío a los petroglifos da Pedra da Serpe. Allí vimos la única indicación para las fervenzas, así que cogimos allí el camino. En el primer cruce, optamos por bajar hasta uno de los regatos que se unen al Río Valga, confundiendo probablemente el camino. Desde allí salimos a una pista asfaltada que la seguimos en sentido descendente y, gracias a que nos encontramos con unas personas del lugar pudimos llegar a la indicación de la ruta.
La bajada se realiza por una senda entre arboleda, que debido al orballo persistente que teníamos, aumentaba mucho la sensación de humedad. En la parte inferior encontramos la pasarela de madera, el molino y la primera de las fervenzas. Este salto tiene unos seis metros y termina en una hermosa poza de aguas cristalinas.
Desde allí, hay una escalera con barandilla a la derecha que nos permitirá subir con cierto riesgo y apuro hasta las segunda de las cascadas.
La dificultad viene dada no por la distancia, sino por los desniveles que algún momento hay que superar y con el terreno mojado se vuelve muy resbaladizo.
Nosotros hicimos la ruta desde Raxoi y, aunque dicen que está bien indicado no es así. Partimos desde un punto de la carretera que sigue más allá de Raxoi, cerca del desvío a los petroglifos da Pedra da Serpe. Allí vimos la única indicación para las fervenzas, así que cogimos allí el camino. En el primer cruce, optamos por bajar hasta uno de los regatos que se unen al Río Valga, confundiendo probablemente el camino. Desde allí salimos a una pista asfaltada que la seguimos en sentido descendente y, gracias a que nos encontramos con unas personas del lugar pudimos llegar a la indicación de la ruta.
La bajada se realiza por una senda entre arboleda, que debido al orballo persistente que teníamos, aumentaba mucho la sensación de humedad. En la parte inferior encontramos la pasarela de madera, el molino y la primera de las fervenzas. Este salto tiene unos seis metros y termina en una hermosa poza de aguas cristalinas.
Desde allí, hay una escalera con barandilla a la derecha que nos permitirá subir con cierto riesgo y apuro hasta las segunda de las cascadas.
La dificultad viene dada no por la distancia, sino por los desniveles que algún momento hay que superar y con el terreno mojado se vuelve muy resbaladizo.
1 comentario
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nvilmor 29-abr-2018
He realizado esta ruta verificado ver detalle
Información
Fácil de seguir
Entorno
Moderado
Preciosas cascadas