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6,31 km
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cerca de Camarena de la Sierra, Aragón (España)
Los días 27, 28 y 29 de diciembre nos hemos desplazado al refugio de Rabada y Navarro, en Teruel, muy cerca de las pistas de esquí de Javalambre, para hacer varias rutas muy interesantes.
El objetivo del tercer día era subir al pico Javalambre, para lo cual después de desayunar en el refugio cogimos el coche y nos desplazamos a la estación de esquí, bajo de las pistas, dejamos el coche en el aparcamiento. Desde allí iniciamos la ruta, saliendo en dirección sur, por la parte derecha y siguiendo las marcas de un sendero que sube entre arboleda, que estaba llena de nieve, pero los palos de las marcas se podían ver. La senda se abre hacia la derecha hasta llegar a un mirador y desde allí empieza la subida más fuerte, hacia la izquierda hasta llegar junto a las pistas de esquí, donde veíamos pasar a los esquiadores muy cerca de nosotros, pues debido a la gran cantidad de nieve caída este año las pistas están muy concurridas. A partir de aquí la dureza de la nieve era elevada y sin llevar crampones aumentaba el riesgo de resbalar.
Luego continuamos en dirección a las antenas y unos edificios en forma de barracas, que es hasta donde llega el tele-silla y desde allí podíamos divisar a nuestra derecha el pico Javalambre.
Los días anteriores había estado nevando y la cantidad de nieve caída era importante, había tramos que estaba la nieve blanda y se caminaba perfectamente, en otros tramos estaba muy blanda y nos clavábamos hasta la rodilla, era necesario llevar raquetas y otros tramos estaba muy dura, hecha hielo, era necesario llevar crampones, pero no llevábamos raquetas ni crampones, por lo que tuvimos que terminar con mucha precaución y mucha paciencia.
Una vez conseguido el objetivo de subir al pico Javalambre nos hicimos las fotos correspondientes y unas panorámicas muy bonitas, con todo el alrededor nevado.
Luego seguimos por la parte de arriba, por detrás de las antenas, ahora en dirección norte, siguiendo por un camino que había pasado la máquina quitanieves, pero volvía a tener bastante nieve. Este camino nos condujo a otras antenas y unas pistas de esquí lentas, que tuvimos que atravesar, con mucha precaución.
Desde este cruce de pistas bajamos en dirección oeste, directamente hasta llegar a un camino que pasaba por abajo y que nos condujo por la izquierda nuevamente a las pistas de esquí principales, cerrando el círculo.
Seguimos bajando junto a las pistas en parecidas condiciones a la subida que habíamos hecho por la otra parte, tramos de nieve blanda, otros de dura y otros regular, pero que se nos hizo muy divertida, con ayuda de los árboles y con algún resbalón y alguna caída incluida.
Al final llegamos a la estación donde teníamos aparcado el coche, con las botas completamente mojadas, a pesar del goretex, y también los calcetines mojados. Nos cambiamos y emprendimos el viaje de vuelta, pero parando en la Puebla de Valverde, para hacer la comida de despedida.
En resumen, hemos pasado tres días muy buenos, hemos cumplido los objetivos de las rutas planificadas, hemos disfrutado de un tiempo especial, sin lluvia, sin nevada y sin ventisca, hemos disfrutado de la nieve y lo mejor es que hemos disfrutado de la convivencia con unos compañeros muy agradables.
También tenemos que agradecer a Javi y Laura, que regentan el refugio, por su amabilidad y atenciones que han tenido con nosotros, pues todo momento nos hemos sentido como en nuestra casa.
El objetivo del tercer día era subir al pico Javalambre, para lo cual después de desayunar en el refugio cogimos el coche y nos desplazamos a la estación de esquí, bajo de las pistas, dejamos el coche en el aparcamiento. Desde allí iniciamos la ruta, saliendo en dirección sur, por la parte derecha y siguiendo las marcas de un sendero que sube entre arboleda, que estaba llena de nieve, pero los palos de las marcas se podían ver. La senda se abre hacia la derecha hasta llegar a un mirador y desde allí empieza la subida más fuerte, hacia la izquierda hasta llegar junto a las pistas de esquí, donde veíamos pasar a los esquiadores muy cerca de nosotros, pues debido a la gran cantidad de nieve caída este año las pistas están muy concurridas. A partir de aquí la dureza de la nieve era elevada y sin llevar crampones aumentaba el riesgo de resbalar.
Luego continuamos en dirección a las antenas y unos edificios en forma de barracas, que es hasta donde llega el tele-silla y desde allí podíamos divisar a nuestra derecha el pico Javalambre.
Los días anteriores había estado nevando y la cantidad de nieve caída era importante, había tramos que estaba la nieve blanda y se caminaba perfectamente, en otros tramos estaba muy blanda y nos clavábamos hasta la rodilla, era necesario llevar raquetas y otros tramos estaba muy dura, hecha hielo, era necesario llevar crampones, pero no llevábamos raquetas ni crampones, por lo que tuvimos que terminar con mucha precaución y mucha paciencia.
Una vez conseguido el objetivo de subir al pico Javalambre nos hicimos las fotos correspondientes y unas panorámicas muy bonitas, con todo el alrededor nevado.
Luego seguimos por la parte de arriba, por detrás de las antenas, ahora en dirección norte, siguiendo por un camino que había pasado la máquina quitanieves, pero volvía a tener bastante nieve. Este camino nos condujo a otras antenas y unas pistas de esquí lentas, que tuvimos que atravesar, con mucha precaución.
Desde este cruce de pistas bajamos en dirección oeste, directamente hasta llegar a un camino que pasaba por abajo y que nos condujo por la izquierda nuevamente a las pistas de esquí principales, cerrando el círculo.
Seguimos bajando junto a las pistas en parecidas condiciones a la subida que habíamos hecho por la otra parte, tramos de nieve blanda, otros de dura y otros regular, pero que se nos hizo muy divertida, con ayuda de los árboles y con algún resbalón y alguna caída incluida.
Al final llegamos a la estación donde teníamos aparcado el coche, con las botas completamente mojadas, a pesar del goretex, y también los calcetines mojados. Nos cambiamos y emprendimos el viaje de vuelta, pero parando en la Puebla de Valverde, para hacer la comida de despedida.
En resumen, hemos pasado tres días muy buenos, hemos cumplido los objetivos de las rutas planificadas, hemos disfrutado de un tiempo especial, sin lluvia, sin nevada y sin ventisca, hemos disfrutado de la nieve y lo mejor es que hemos disfrutado de la convivencia con unos compañeros muy agradables.
También tenemos que agradecer a Javi y Laura, que regentan el refugio, por su amabilidad y atenciones que han tenido con nosotros, pues todo momento nos hemos sentido como en nuestra casa.
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