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Ruta: 'Cástulo, los orígenes'.

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Estadísticas de la ruta

Distancia
2,9 km
Desnivel positivo
30 m
Dificultad técnica
Fácil
Desnivel negativo
30 m
Altitud máxima
374 m
TrailRank 
36
Altitud mínima
338 m
Tipo de ruta
Circular
Tiempo en movimiento
44 minutos
Tiempo
una hora 6 minutos
Coordenadas
490
Fecha de subida
17 de abril de 2019
Fecha de realización
abril 2019
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cerca de Cástulo, Andalucía (España)

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Fotos de la ruta

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Descripción del itinerario

Ruta: Cástulo, los orígenes.
Cástulo fue una importante ciudad íbera, capital de la región de Oretania. Las ruinas de lo que fue aquel asentamiento se encuentran a apenas 5 km. de Linares. Para llegar deberemos seguir la JA-4102 dirección Torreblascopedro y estar atentos a un desvío a la izquierda que se encuentra debidamente indicado.
La ocupación del lugar se inició 3000 a.C. estando basada en la economía agraria del valle del Guadalimar. Algunos agricultores se establecen en ciertos lugares dando lugar a la llamada “Cultura de los Silos”.
Durante el Bronce Medio, Cástulo toma entidad e importancia como conglomerado urbano, muy vinculada a los yacimientos minerales de su área de influencia. Durante los siglos X al VII a.C. Cástulo es considerado como un núcleo avanzado de la periferia de Tartessos, por lo que tanto griegos como fenicios ponen su punto de mira en la ciudad.
En el periodo ibérico, Cástulo es considerado como uno de los oppidum –fortalezas elevadas y urbanizadas- más importantes de Andalucía. Fueron los tiempos de la capitalidad de la Oretania. Se fundó moneda propia como ciudad íbera. Oretania expandió sus límites hasta Ciudad Real por el norte, Málaga por el sur, Gibraltar por el oeste y Cartagena por el este. En el 208 a.C. y tras un año de guerra la ciudad cae en manos de los cartagineses.
En el 206 a.C. Cástulo pierde esta capitalidad tras entregarse al ejército de Publio Cornelio Escipión, que asedió la ciudad. Desaparece de ese modo la Oretania, puesto que la región es incorporada a la Tarraconensis romana. A pesar de perder la capitalidad, Cástulo sigue siendo una ciudad –ahora romana- muy importante.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Púnica, Cástulo se alía de primeras con Cartago, alianza sellada con el enlace entre el cartaginés Aníbal y la castulonense Himilce. En último instante Cástulo se alía con Roma, que sale vencedora. Cástulo consigue con ello privilegios como la explotación de los yacimientos de metal de la Sierra Morena Oriental.
La ciudad se adapta al modelo organizativo romano, construye nuevos edificios y cuenta con un gran teatro, posiblemente también tuvo un anfiteatro. De esta época son buena parte de los restos que hoy en día podemos encontrar en el yacimiento.
En época visigoda Cástulo posee una sede episcopal, que queda interrumpida en el siglo VII, al trasladarse el obispado a la pujante ciudad de Beatia –Baeza-. La ciudad de Cástulo es literalmente desmontada para construir los nuevos edificios de Baeza. Como muestra la estatua de Himilce que remata la fuente en la plaza del Pópulo de la ciudad baezana. Comienza la decadencia de la ciudad.
La llegada de los musulmanes a la Península Ibérica solo trae más decadencia para Qastuluna, la próspera ciudad ibero-romana no es más que unas casas dispersas protegidas por una endeble muralla. Finalmente, coincidiendo con la fundación de Bury al-Hamma -Baños de la Encina- la ciudad queda totalmente apuntillada. A partir del siglo X, Cástulo no aparece en ninguna fuente escrita, por lo que se supone que hubo un traslado masivo de sus habitantes hacia poblaciones vecinas.
Entre los siglos XI y XIII existe un renacimiento del núcleo de la antigua Cástulo, propiciado por la posición estratégica junto al río Guadalimar. De este periodo es el Castillo de Santa Eufemia, del que hoy todavía perduran algunos restos.
En el siglo XIV Cástulo es abandonado definitivamente, las ruinas sirven de cantera para las florecientes ciudades de Baeza y Linares. Un siglo más tarde se ordena la demolición de las murallas y restos de edificios que quedaban en pie. Desaparece de ese modo una de las ciudades iberorromanas más importantes.
Itinerario:
Dejamos el coche aparcado frente al Centro de Recepción, donde podemos disfrutar de varios recursos audiovisuales que nos adentran en la historia de este asentamiento. Tras esta visita retornamos hacia la Necrópolis Puerta Norte donde podemos ver una tumba sobre pira y el Panteón de las Lápidas, seguidamente nos dirigimos hacia la puerta Argentaria, desde donde parte varios itinerarios, ya aquí podemos ver restos de la muralla y nos desviaremos hacia la derecha para ver los restos de los depósitos principales (Castellum aqvae) y a la izquierda para acercarnos a un antiguo cortijo.
Continuamos hacia la calle principal o cardo máximo y pasamos por una cisterna romana con un depósito ovalado y por las ruinas de las termas menores y las mayores a la izquierda.
Llegamos a la gran joya del recinto, se encuentra protegida y se trata del Mosaico de los Amores descubierto en el verano de 2012.
El Mosaico de los Amores tiene su propia historia, la construcción con teselas (pequeñas piezas de piedra, vidrio o terracotas, coloreadas utilizadas para la confección del mosaico a modo de puzzle), provenientes de los cuatro puntos cardinales del Imperio, del alto y bajo Egipto, de Tracia, Galia y Germania. Compuesto por varias escenas donde se representa el amor, la muerte, las estaciones…Pero una historia de crimen y maldición, es lo que ha conservado el Mosaico hasta nuestros días.
Éste se ubica dentro de un templo construido en honor al emperador Dominicano, en Roma el 18 de Septiembre del año 96 D.C. es apuñalado en una disputa cortesana. Nerva, el siguiente emperador, mediante el Senado lanza un dictamen que ha sucedido un par de veces más en la historia de Roma, la madición “damnatio memoriae” (la condena de la memoria). Esto implica borrar todo rastro del emperador Dominicano, como fundir sus monedas, eliminar los escritos con su nombre y también, destruir el templo de Cástulo en su nombre.
Así, se desmontó la techumbre, y uno de los muros laterales se derrumbó encima del mosaico, hecho que propició la excelente conservación que presenta hoy día.
El pavimento que cubre esta gran estancia está enmarcado por una orla en blanco y negro de aves y plantas acuáticas. Las aves se muestran en movimiento, unas picoteando, otras levantando una de las patas y sólo dos de ellas vuelven la cabeza hacia atrás rompiendo el ritmo cadencial. La composición geométrica en blanco, negro y ocre -que enmarca el emblema por tres de sus lados y que se extiende ampliamente por el cuarto, uno de los lados cortos-, ostenta una composición geométrica, con bandas de cuadrados rectos y oblicuos rellenos de otras figuras geométricas que proporcionan al conjunto una gran sensación de geometrismo.
El emblema del pavimento está enmarcado por tres orlas diferentes. La exterior está formada por un filete denticulado. Le sigue un sogueado de tres cabos sobre fondo oscuro. La orla más interna está formada curiosamente por un par de filetes denticulados que produce un efecto de “cremallera”.
El esquema compositivo del panel principal del pavimento de Cástulo constituye una variante del llamado “esquema a compás” o “a oculi” formada por un círculo central, semicírculos laterales y cuartos de círculo en los ángulos, tiene su origen en la decoración arquitectónica de las bóvedas. Se documenta desde fecha temprana en la península itálica en diseños b/n de Pompeya, Ostia y Lucera, desde donde irradia a otras zonas del imperio. Pero el foco do producción original de esta composición de “esquema a compás, no se puede determinar.
En Hispania este esquema tiene una extensa cronología que va desde el siglo II al IV d. C., sin distinción de áreas geográficas, tanto en diseños puramente geométricos o florales, como figurados, aunque el modelo de “esquema a compás” se haya extendido por todo el mundo romano, de forma especial en la parte occidental del Imperio, su raíz hay que buscarla en Italia.
En Cástulo emerge como un diseño singular al mostrar dos círculos centrales, y no uno como es habitual, lo que conlleva que el resto del espacio del mosaico se encuentre dividido en seis lunetas, dos en cada uno de los lados largos, manteniéndose una medio-circunferencia en los cortos y aumentando en seis los espacios cuadrangulares, respecto a los cuatro originales, mientras que permanecen intactos los cuatro cuartos de círculo de los ángulos.
TEMÁTICA DECORATIVA
En el emblema de Cástulo todos los espacios van decorados con figuras humanas, de carácter mitológico y simbólico, y animales salvajes, predominando las tonalidades azules.
Los cuartos de círculo de los ángulos van ocupados por los bustos alegóricos de las estaciones, con su iconografía y atributos característicos, realizados con una gran finura y calidad en la línea de las Estaciones de Itálica (CMRE XIII, 2011).
La Primavera es una joven con el torso desnudo y manto de color azul que le cae por el hombro izquierdo; gira ligeramente la cabeza, que adorna con corona floral, hacia su derecha, y porta en este lado un ramo de flores rojas.
El Verano es otra joven ataviada de la misma forma, con collar al cuello y la cabeza girada hacia su izquierda y adornada con espigas.
La alegoría del Otoño, de carácter ambiguo por sus rasgos afeminados en la línea de las representaciones de Baco, está vista de frente, aunque dirige con gran delicadeza su cabeza y su mirada hacia su derecha; su torso desnudo se cubre con la pardalis (concha de tortuga leopardo), que le cae por el hombro izquierdo; se adorna con los típicos racimos de uvas colocados a ambos lados de la cabeza.
El busto del Invierno, como un personaje femenino de semblante triste, ataviado con traje drapeado y cubierta con manto sobre la cabeza, en tonos azul y ocre, portando las plantas típicas del invierno, ramas de mijo sobre la cabeza y ramo de olivo en su lado izquierdo; el rostro y la mirada se vuelven levemente hacia su izquierda.
Si se observa con detalle, se aprecia que el color de la piel la tiene en cuenta el artista, siendo luminosa y clara en la Primavera, más intensa y oscura en el Verano, más clara en el Otoño y opaca para el Invierno.
También vemos según desde la ubicación desde donde los miremos, la disposición de los bustos variará, así desde los lados menores todos miran hacia adentro, pero si se contemplan desde los lados mayores, todos miran hacia afuera.

Las lunetas o medias circunferencias de los lados mayores se han decorado con cuatro erotes vistos de tres cuartos, dos de frente y dos de espaldas, con la cabeza de perfil y el cabello en tonos castaños; ofreciendo racimos de uvas aquellos a perdices y estos a faisanes. Los amorcillos con cuerpos regordetes y en movimiento, han dejado sus atributos característicos apoyados en el suelo detrás de ellos, el arco y el carcaj con las flechas que disparan impeliendo al amor y a la pasión. Están representados desnudos y provistos de alas, proyectando tres de ellos sombras hacia delante y solo en uno de ellos, el más próximo a la estación del Invierno, éstas se proyectan hacia atrás. Pretenden atrapar a los animales que se disponen a picotear las uvas. Las aves tienen una pata de color naranja y la otra marrón oscuro, como queriendo mostrar la luz en la parte más próxima al espectador, y la sombra al fondo.
En las lunetas de los lados menores se han figurado erotes cazadores, que acaban de atrapar una liebre a la que agarran por las patas traseras. Están representados de tres cuartos, uno de frente y otro de perfil, proyectando las sombras hacia atrás; el arco y el carcaj figuran detrás de ellos apoyados en el suelo.
Los seis espacios cuadrangulares oblongos, generados entre las figuras circulares, van decorados con animales, mamíferos, herbívoros y carnívoros: jabalí, león y caballo en un lado, tigresa, ciervo y leona en el otro, representados a la carrera en un paisaje de montículos.
En uno de los dos círculos centrales se ha representado el Juicio de Paris. La leyenda relata cómo Eris, la diosa de la discordia, encolerizada por no haber sido invitada a la boda de Thetis y Peleo, arrojó entre los dioses una manzana de oro para que se la dieran a la más bella de las tres diosas, Afrodita, Hera y Atenea. Zeus encomendó a Hermes que las condujera al monte Ida para que Paris, hijo de Príamo y Hécuba, fallase el concurso a favor de una de las tres. Hera prometió a Paris darle Asia; Atenea, la victoria en los combates; y Afrodita, el amor de la mujer más bella de la tierra. Paris falló a favor de esta última y, después del juicio, marchó a Esparta en compañía de Eneas, donde se enamoró de Helena, originándose de esta forma la guerra de Troya. La escena de Cástulo eleva a tres el número de representaciones de este episodio mitológico en los mosaicos hispano-romanos, con la particularidad de que en los tres ejemplares: Atenea lleva la cabeza de la Medusa sobre su pectoral, haciendo alusión al trofeo entregado a la diosa por Perseo, tras darle muerte y liberar a Andrómeda de la roca en la que se hallaba encadenada, espiando las palabras proferidas por su madre Cassiopea de ser la más bella de las nereidas.
Afrodita, junto a Hera y Atenea, Hermes con caduceo y Paris sentado en la roca y vestido a la moda oriental, sosteniendo la manzana de oro en su mano derecha.
En el otro círculo se ha figurado el mito de Selene y Endimión, en el que se muestra a la diosa, que se ha bajado del carro tirado por dos corceles, descubriendo y aproximándose al bello pastor dormido, un unicum (nueva interpretación) en la musivaria hispano-romana. El relato mítico cuenta los amores de la diosa Luna con el bello pastor, cuya hermosura había despertado una desmedida pasión en la diosa, y el final trágico de la leyenda, cuando Zeus cumple la promesa que había hecho a Endimión, a petición de Selene, de concederle un deseo. El pastor escogió el don de dormirse en un sueño eterno, quedando dormido para siempre y permaneciendo eternamente joven, momento en el que según algunos mitógrafos es descubierto por la diosa que se enamora perdidamente de él (Apolod. Bibl. I 7,5).
Las escenas figuradas en el mosaico de Cástulo tienen un contenido moralizante en relación con los excesos en el amor y en la ingesta del vino. El amor de Paris por Helena desemboca en la guerra de Troya. La pasión desmedida de Selene por el pastor provoca que el joven quede sumido en un sueño eterno. Las diosas en ambos casos son responsables de hechos negativos, ya que los actos que desencadenan carecen de contención. Y lo mismo los erotes, símbolos del amor, cuyas flechas envenenan de amor a quienes las reciben y que en este caso se utilizan como alegorías del mal uso de los sentimientos y de los deseos no reprimidos. La ofrenda de las uvas a las aves sirve como anzuelo, es una artimaña para atraparlas, pero el señuelo no es cualquier fruto, sino las uvas cuyo zumo, el vino, bebido en exceso trae consecuencias nefastas.

Para terminar nos acercamos a los restos del Castillo de Santa Eufemia, aquí damos por terminada la ruta y volvemos hacia el punto de partida.

Puntos de interés

IconoAparcamiento Altitud 365 m
Foto deInicio de ruta

Inicio de ruta

IconoRuinas Altitud 362 m
Foto deLa Necrópolis Foto deLa Necrópolis

La Necrópolis

IconoRuinas Altitud 369 m
Foto deLas Murallas

Las Murallas

IconoRuinas Altitud 374 m
Foto deCortijo

Cortijo

IconoRuinas Altitud 370 m
Foto deDepositos Principales (Castellum aqvae S. I - II d. C.) Foto deDepositos Principales (Castellum aqvae S. I - II d. C.)

Depositos Principales (Castellum aqvae S. I - II d. C.)

IconoRuinas Altitud 367 m
Foto deEra empedrada y rectangular (s. XIX y XX d.C)

Era empedrada y rectangular (s. XIX y XX d.C)

IconoRuinas Altitud 368 m
Foto deCisterna Romana (Deposito ovalado S. I - II D.C.)

Cisterna Romana (Deposito ovalado S. I - II D.C.)

IconoRuinas Altitud 361 m
Foto deTermas menores (piscina S. I - II D.C.) Foto deTermas menores (piscina S. I - II D.C.)

Termas menores (piscina S. I - II D.C.)

IconoRuinas Altitud 352 m
Foto deTermas Mayores (S. II d. C) y sinagoga (S. IV - V d. C.) Foto deTermas Mayores (S. II d. C) y sinagoga (S. IV - V d. C.) Foto deTermas Mayores (S. II d. C) y sinagoga (S. IV - V d. C.)

Termas Mayores (S. II d. C) y sinagoga (S. IV - V d. C.)

IconoRuinas Altitud 350 m
Foto deSala del Mosaico de los Amores (S. I - II d. C) Foto deSala del Mosaico de los Amores (S. I - II d. C)

Sala del Mosaico de los Amores (S. I - II d. C)

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Foto deCastillo de Santa Eufemia (S. XIII d. C.)

Castillo de Santa Eufemia (S. XIII d. C.)

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Foto deViviendas (S. I - II d.C.)

Viviendas (S. I - II d.C.)

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