La Braña de los Tejos desde Potes

Ruta sacada de la web http://cantabriaenbici.es/ y que nos recomendaron los lugareños por ser bonita…y lo fue.

Braña es el nombre que en la cordillera Cantábrica recibe la zona de montaña donde el ganado aprovecha los pastos tardíos en época estival.
En estos pastizales de altura cantábricos frescos y húmedos, situados entre los 1.000 y 1.300 metros de altitud, suele haber en algunos casos pequeñas cabañas, donde los pastores se refugian de las tormentas o pasan las noches.

Esta ruta es muy exigente físicamente. Tiene dos subidas de las duras, la primera más larga con una pendiente media del 16% y la segunda más corta pero que llega a tener tramos con más de un 20% de pendiente y 19% de media. Si a eso le añadimos calor y humedad el resultado es mortal, que fue lo que nos pasó. Recomendaría no hacer la segunda subida en las horas de más calor en días muy calurosos porque nosotros lo pasamos francamente mal.

La ruta es prácticamente la misma que la propuesta en la web excepto que yo subí hasta la misma braña de los Tejos, para verlos más de cerca y contemplar las panorámicas. Éstas sí son espectaculares pero si os soy sincero, no vi una aglomeración de tejos milenarios como esperaba. Eso sí, se ven varios tejos diseminados mezclados entre otros árboles. En definitiva, si se va bien de piernas merece la pena subir a ver las vistas. Por otro lado, para evitar el tramo de pateo que inevitablemente hay que hacer si se sigue la ruta, sí que habría que subir hasta aquí, pues casi llegando al punto más alto sale un camino a la derecha que acaba por unirse más abajo al camino seguido por nosotros. Esto hace que la ruta sea ciclable 100% pero también te hace perderte unas espectaculares vistas que sólo disfrutaremos si atravesamos el barranco no ciclable.

Como decía, una primera subida muy fuerte, larga y con millones de moscas sobre nuestras cabezas, que hizo que agudizáramos el ingenio y nos fabricáramos unos espantamoscas que funcionaron la verdad, muy bien. O no Juanma??!!! Jajaja

Al menos la pista de subida es muy buena, con buen firme. Una vez arriba, como os decía podemos empezar a bajar o subir hasta la Braña de los Tejos. Tras hacer la ida y vuelta hasta la Braña, me reúno con Juanma que estaba en modo zen esperándome abajo y empieza un corto tramo de descenso precioso hasta llegar a la zona de barranco donde debemos descabalgar de las bicis y empezar a andar con ellas a cuestas durante un rato, no mucho. Y sin duda que merece la pena porque como dijo Juanma, nos hicimos las “fotos del viaje”. Paisajes increíbles.

Terminado el tramo de pateo la bajada hasta la ermita de Santo Toribio de Liébana es muy rápida y no dejaremos de frenar en casi ningún momento ya que si no rápidamente coges demasiada velocidad.
Junto a la ermita había estratégicamente situada una caseta con refrescos y agua fría!!!!

Nos comemos y nos bebemos todo lo que nos pide el cuerpo y empezamos la durísima subida por pista de tierra que evita el desfiladero de la Hermida por la carretera. Que duuuuro…

Pero todo se acaba, incluyendo ese via crucis, y después ya sólo quedará regresar al hotel por pistas y carreteras locales, como siempre, por un paisaje precioso.

Vuelvo a recomendar leer la crónica original de los amigos de http://cantabriaenbici.es/
S2