Tash Rabat - Chatyr-Köl

Interesante ruta que une dos de los principales atractivos del sur de Kirguistán: el caravanserai de Tash Rabat y el lago de Chatyr Köl. Hay que tener en cuenta que a partir del collado de Tash Rabat, es necesario disponer de un permiso fronterizo, que se puede solicitar en el CBT de Naryn con antelación.

Salimos desde el campamento de yurtas de Tash Rabat siguiendo el río hacia el sur, dejando atrás un par de campamentos con caballos, ovejas, vacas y algún yak solitario.
Cruzamos el río varias veces, siempre de piedra en piedra sin tener que descalzarnos, hasta llegar a un punto donde el valle se cierra y comienza la verdadera subida.

Ascendemos por la ladera rocosa de la derecha, cambiamos de valle y continuamos subiendo por un sendero que atraviesa la pradera, un poco alejado del cauce del río. Un par de quilómetros después, giramos a la izquierda y vemos por primera vez el collado de Tash Rabat al fondo del valle, rodeado de impresionantes montañas.

A partir de aquí abandonamos la pradera y entramos en una zona rocosa, típica de alta montaña. La pendiente va aumentando, sobre todo en la última pedrera que nos llevará hasta el collado, Tash Rabat Pass, de 4026m.

Hace un día espectacular y, aún así, en el collado el frío es intenso y el viento muy fuerte. Pero no nos impide disfrutar de las vistas del lago Chatyr Köl y de las montañas nevadas de más de 5000 m, que forman la frontera con China.

Bajamos por la otra vertiente, en dirección a Chatyr-Köl, por un pequeño sendero muy empinado, que atraviesa la pedrera. Cuando llegamos a una loma herbosa giramos a la derecha y bajamos por ella, hacia un estrecho rocoso, donde se cierra el vallecillo. Atravesamos por el estrecho junto al río y llegamos al primer campamento de yurtas de esta zona. Apenas hay campamentos por la zona, sólo vemos uno más, un quilómetro más adelante, así que decidimos pedir permiso para acampar en el primero. Nurey y su marido no nos ponen problemas y nos aconsejan dónde es mejor poner la tienda.

Desde el campamento hay unas vistas preciosas del lago y de las montañas nevadas. Pero la orilla del lago está a varios quilómetros de distancia y, además, un cartel en ruso, kirguís e inglés, informa sobre la prohibición de acercarse al lago.

Al día siguiente, volvimos en un taxi 4x4 por la pista que rodea el lago hasta la carretera de Torugart, por la que volvemos a Naryn. En el puesto militar pre-fronterizo, nos pidieron y validaron el permiso para poder pasar "de vuelta" a Kirguistán.